martes, 20 de diciembre de 2011

El Regalo


Cuando se acercan fechas que invaden nuestra mente, como navidad, el mundo se olvida del Dios de la navidad; sólo hay afanes de las compras, los regalos, el recuerdo de la familia que no está, el juego del amigo secreto y más y más compras. El enemigo, el diablo,  está feliz porque se deja de lado al Dios de la fiesta para ocuparse del otro dios de la navidad, el afán. Debiera ser una fecha de perdón, de abrazo, de reconciliación con Dios y con nuestro prójimo, pero está la ansiedad que tanto daño ocasiona al alma del ser humano.
“Sí, el Señor Dios viene con gran potencia, gobernará con tremendo poder. Miren, trae consigo su recompensa, a cada cual le dará según sus hechos.” Isaías 40:10.
En este tiempo no nos percatamos de la conducta de las personas que reciben regalos, no importa el comportamiento, te portas mal o bien igual recibes regalo, el que engañó, el que ofendió, el que robó, el que chismeó, el que no ha perdonado, etc. Todos reciben regalos y en nuestras listas aparecen todos los familiares y nunca preguntamos cómo se habrá portado durante el año.
¡Qué gran diferencia con la recompensa del Dios justo! Dios dará a cada uno según sus hechos, tal vez no alcanzamos a ser testigos del pago del Señor a cada persona, pero él lo hace; con algunos comienza acá en la tierra  y con otros cuando se enfrentan a la eternidad, pero la recompensa viene. El Todopoderoso que mide los océanos, que conoce el peso de la tierra, que ve  a las naciones como gota de agua vendrá con poder y dará CADA UNO SU RECOMPENSA ¿de acuerdo a qué? De acuerdo a sus hechos, a lo que hizo durante su corto peregrinar acá en la tierra. Mientras tanto podemos empezar aceptando el 1º regalo: “La Salvación de nuestra alma”. 
En esta Navidad Busca al Dios de la Navidad.