martes, 28 de agosto de 2012

Acción de Gracias.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
Cuando Pablo expresa el amor dadivoso de los filipenses, se goza en el Señor de que estos hermanos se preocupen tanto por su cuidado. Había aprendido en sus viajes misioneros, en las prisiones, en las persecuciones a contentarse cualquiera sea su situación. Sabía vivir humildemente y también en abundancia. El pertenecer a la élite de los judios le habían otorgado privilegios que sólo algunas clases sociales podían gozar, pero ahora era el más miserables de todos, nada tenía, nada material; pero las riquezas en gloria eran demasiado para él. Cuando señala este versículo "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" a través del Espíritu Santo,  nos habla de tiempos de escazes y abundancia, es una palabra de dádiva, de dar, de otorgar para las necesidades. ¡Gloria a Dios! nuestras ofrendas son olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Pocas veces lo meditamos, damos porque nos sobra, porque es un deber; pero Cristo quiere que demos por amor a su obra y porque cuando nos falte sabemos que Cristo nos fortalece. "Mi Dios,  pues, suplirá todo lo que os falte conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" Amén.

Pastores y líderes de la ISA
Distrito Austral.
Isa Puerto Natales, Isa Simón Bolivar, Isa El Pingüino
Pastor que entregó el Tema: Ditmat Kliwer, del Instituto Teológico de Punta Arenas.

lunes, 27 de agosto de 2012

¿Quién es tu Prójimo?

Con el andar del día nos olvidamos de amar a quien Dios nos coloca en el camino. La parábola del Buen Samaritano nos conduce al verdadero amor a los demás y cómo las apariencias nos engañan. Confundimos al buen Cristiano con el que llega a la iglesia con su bliblia bajo el brazo, el que canta en el coro, el que dió una ofrenda, el que diezma, etc. El mandato más importante es conocido por todos: AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODAS TUS FUERZAS, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO. (San Lucas 10:27)
 Ellas son señoras de la calle, mira sus rostros, necesitan del Salvador ¿Quién irá a ellas? Muchos pasan de largo. Si Jesús estaría hoy en la tierra, seguro que las atraería. Ellas como tú y yo son imagen de Dios, creadas por Dios para buenas obras.
Pero no vamos a amarlas  si Cristo no vive en nosotros o yo en Cristo. Sólo en él y por él podemos cumplir lo pactado, cuando nos sometemos a la obediencia del Salvador, amamos al prójimo y lo conducimos al Señor.
Ellas como nosotros daremos cuenta ante el Creador; que bendición porque ya lo saben y cada viernes se les predica la Palabra, Dios es poderoso y misericordioso.
Jesucristo puede salvar, el SALVA.