EL PASTOR EMILIO RAIN NAVARRO, Partió a la presencia del Señor.
Infinitamente, agradezco las muestras de amor y cariño
que recibimos, junto a mi amada familia, en la partida de mi padre Emilio Raín
Navarro que verdaderamente en Paz Descansa.
Apenas fallecido mi padre, el Lunes 25 de noviembre, se
hizo presente el pastor Presidente de la Confraternidad de nuestra ciudad, ptr.
Flavio Hernández de la Asamblea de Dios Autónoma, quien nos consoló y oró por
nosotros en un instante muy difícil y cuando mi padre aún estaba en el frío
piso de la cocina; porque no pudimos levantarlo hasta las 14:00 horas,
posiblemente falleció a las 08:40 horas.
En la tarde del Lunes ya estaba nuestra amada hermana
Clara, esposa del pastor Miguel Balboa representando a la Sociedad Femenina
Auxiliadora y a la ISA en general, fue de gran bendición su presencia, sobre
todo para mi madre. En la madrugada del martes llegaron el Presidente Nacional,
ptr. Esteban Orellana y el Vicepresidente Nacional, ptr. Raúl Barrera, quienes
nos animaron y fueron de gran ayuda y compañía en estos tristes días. También
en la tarde del Martes llegó nuestro amado pastor Ismael Cárdenas, quien ha
soportado esta gran prueba, porque ambos eran amigos con el pastor Emilio, y
habían estado juntos compartiendo hace unos días atrás. El pastor Ismael estuvo
para nuestro aniversario 39º el 11 de noviembre. El miércoles llegó nuestro
amado pastor Joel Hott, quien se quedará hasta el Lunes, que gran ayuda ha sido
su presencia para la Iglesia. Hemos recibido todas sus condolencias, sus
correos, sus llamadas telefónicas, etc.
Nuestras autoridades reconocieron al pastor. Estuvo el
señor Intendente, el sr. Alcalde, los Concejales, el obispo católico,
sacerdotes, autoridades de la Región. Nuestra Iglesia con capacidad para 500
personas muy apretadas, fue pequeña y las personas estaban afuera de la
Iglesia. La noticia fue mayor en esos días y el Consejo de la Ciudad junto al
Sr Alcalde han propuesto colocar el nombre “pastor Emilio Raín Navarro” a la
calle donde se ubica la iglesia.
La vida del pastor Emilio es un ejemplo, digo “es” en
tiempo presente, porque a pesar de ya no vivir en este mundo sigue predicando
con sus obras. Nada de lo que realizó lo hizo por orgullo o por gloriarse a sí
mismo, sino porque había en su interior un anhelo y fuego que lo consumía en su
amor por el prójimo, en llevar la Palabra de Dios a todas las personas, es
decir un verdadero seguidor de Cristo.
En relación a la Confraternidad de pastores de Punta
Arenas, mi padre les amó mucho, se preocupó por la Confraternidad; y como ellos
saben jamás buscó un lugar de privilegio humano o cuando se lo quisieron dar lo
rechazó. Deseo contarles que el pastor Emilio Raín Navarro fue un hombre sin educación humana, cuando
inició su Ministerio el 1974, no sabía escribir bien, no sabía redactar y
tampoco hablar con palabras elocuentes, pero se instruyó en la Palabra y
Jesucristo fue su Maestro. Sin recursos intelectuales, sin recursos económicos
y sin recursos sociales esperó sólo en su amigo Jesucristo y hoy somos testigos
del poder del Señor en la vida de un hombre que le buscó y sólo deseó la
presencia de Dios. Nosotros debemos buscar esa presencia, sin la cual sólo
seremos como metal que resuena.
Deseo compartirles que estaba muy preocupado por los pastores en
general. Como saben muchos líderes actuales y/o pastores de nuestra
ciudad, salieron de nuestra
Congragación, pero él nunca los rechazó; sé de algunos que en este año fueron a
conversar con él y le pidieron perdón,
me lo contó mi padre con mucha humildad y esto le hizo muy bien a su espíritu. El
pastor Emilio, nunca guardó rencor, su trabajo incansable traspasaba estas
situaciones que sólo son entendibles cuando
el amor por la Obra del Señor está en el corazón del siervo.
Por lo pronto, nosotros seguimos adelante. Cuando el cielo se abrió el lunes a
las 08:40 de la mañana para recibir a un General del Ejército del Señor, ya
estaba cayendo la semilla para seguir levantando a hombres guiados por la
presencia del Señor; porque la obra sigue.
Muchos me señalaron en estos días: “Su padre le dejó
la vara alta”, “Sea como su padre”, etc. Nunca haré lo mismo que mi padre,
porque hombres como él nacen una sola vez en la vida. Él preparó la tierra y
sembró, dejó las bases donde hemos ido
levantado la Iglesia del Señor, no sólo aquí sino en muchos otros lugares.
Gracias por su amor y preocupación.
El pastor Emilio dejó la “casa” ordenada y por casi
diez años me sometí a su liderazgo como un buen hijo y obediente pastor. Me recibí de pastor el año 2004, aprendí de
su ejemplo, viví bajo su cobertura y ahora, en el nombre del Señor, cruzaremos
el Jordán para llegar a la Tierra Prometida. ¡La presencia del Señor irá con
nosotros!
Estimados siervos del Señor, les pido sus oraciones
para que esta transición sea en la voluntad de nuestro Dios. Espero ser una
ayuda para cuando ustedes así lo necesiten y ser un apoyo en la oración para
cada uno de nuestros Ministerios que el Señor nos ha legado.
Nuevamente, muchas gracias; sentimos su apoyo y ayuda.