LA DICHA DEL PERDON
El salmo 23 lleva como título esta frase “LA DICHA DEL PERDON”. ¿Por qué hay tanta falta de perdón? ¿Por qué preferimos callar, escondernos y no perdonar a quiénes tan fuertemente nos han ofendido.
Para las personas que desean ser perdonadas hay dolor y aflicción porque ellas son las que necesitan, las que buscan esta comprensión…pocas veces lo reciben. Muchas veces somos testigos de aquellos que desean ser perdonados. Hoy una hija intentó ir a los brazos de su padre, él la acogió por segundos, pero inmediatamente la rechazó. Ella necesitaba el perdón; sin embargo el duro corazón de quien está herido la dejó de lado para seguir confundido con el rencor y continuar bebiendo de la hiel más amarga.
Cuando recibimos el perdón de Cristo es diferente. Romanos 3:24 dice que “somos justificados gratuitamente por su gracia” nada que pagar, nada que deber, nada que hacer. El nos encontró y nos prodigó su amor ¡Gloria a Dios! Recuerdan al hombre que encontró el samaritano, herido, angustiado, en soledad, no pidió nada, sino que más aún lo llevó a un hotel para que lo cuidaran. Cristo hizo mucho más que aquello, nos dio s vida ABUNDANTE.
“Todo aquel que en él creyere no será avergonzado” Romanos 10:11 No importa lo que hallamos hecho Cristo ya nos perdonó, nos quitó la vergüenza del pecado. Todos los demonios se reían de nosotros porque cargábamos cadenas, estábamos enlazados, embarrados, comíamos algarrobas, éramos escarnio, la vergüenza del mundo; pero Cristo quito nuestra culpa, nos dio la esperanza, la dicha de vivir…NUNCA MÁS SEREMOS AVERGONZADOS.
El salmo 23 lleva como título esta frase “LA DICHA DEL PERDON”. ¿Por qué hay tanta falta de perdón? ¿Por qué preferimos callar, escondernos y no perdonar a quiénes tan fuertemente nos han ofendido.
Para las personas que desean ser perdonadas hay dolor y aflicción porque ellas son las que necesitan, las que buscan esta comprensión…pocas veces lo reciben. Muchas veces somos testigos de aquellos que desean ser perdonados. Hoy una hija intentó ir a los brazos de su padre, él la acogió por segundos, pero inmediatamente la rechazó. Ella necesitaba el perdón; sin embargo el duro corazón de quien está herido la dejó de lado para seguir confundido con el rencor y continuar bebiendo de la hiel más amarga.
Cuando recibimos el perdón de Cristo es diferente. Romanos 3:24 dice que “somos justificados gratuitamente por su gracia” nada que pagar, nada que deber, nada que hacer. El nos encontró y nos prodigó su amor ¡Gloria a Dios! Recuerdan al hombre que encontró el samaritano, herido, angustiado, en soledad, no pidió nada, sino que más aún lo llevó a un hotel para que lo cuidaran. Cristo hizo mucho más que aquello, nos dio s vida ABUNDANTE.
“Todo aquel que en él creyere no será avergonzado” Romanos 10:11 No importa lo que hallamos hecho Cristo ya nos perdonó, nos quitó la vergüenza del pecado. Todos los demonios se reían de nosotros porque cargábamos cadenas, estábamos enlazados, embarrados, comíamos algarrobas, éramos escarnio, la vergüenza del mundo; pero Cristo quito nuestra culpa, nos dio la esperanza, la dicha de vivir…NUNCA MÁS SEREMOS AVERGONZADOS.
1 comentario:
El titulo " La Dicha del Perdón ", citado corresponde al Salmo 32, y no al 23 solo una correción de posición de números. Muy interesante y completo el Articulo. Bendiciones
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