viernes, 9 de agosto de 2013



¿Cuál es nuestra ofrenda para el Señor?
Hebreos 11:4
Abel, pastor de ovejas, el segundo hijo de Adán y Eva, dice la Biblia que lo que ofreció mereció ser llamado "MAS EXCELENTE". Los docentes o profesores saben cuando algo está muy bien y es llamado excelente, que bien lo hiciste, muy bien; sin embargo esta palabra más execelente no es común, implica más allá del esfuerzo, tan poco es un siete o la nota máxima, es más que eso. En el reino material, terrenal, no hay números para este condición: MÁS EXCELENTE. Pero en el reino del Señor esta condición  se da, por lo visto cuando se actúa por fe, viendo lo invisible. Recién cuando actuamos con esta fe, MAS EXCELENTE, podemos tener testimonio de nuestra justicia hecha en Cristo Jesús. Dice la Palabra de Dios que el Señor le dio testimonio de sus ofrendas, es decir, muchos: Sus padres y hermano Caín se dieron cuenta que la ofrenda de Abel  fue agradable a Dios,no es una ofrenda, dice "sus ofrendas"; muchas veces Abel trajo estas ofrendas que fueron MÁS EXCELENTES que todas las demás. Todo lo hizo por la fe, creyendo que la esperanza era mayor que lo que entregaba, estando convencido que existía algo donde no había nada ¡Qué locura! cómo creer cuando nada existe a nuestras vistas. Por esto la fe es un don sobrenatural, es decir, proviene del cielo, es dado por el Padre, no se puede trabajar en obtenerlo, no se puede comprar, es un regalo de Dios ¡Aleluya!Como regalo cualquiera puede obtenerla, pero debe estar dispuesto a ser loco, a desvariar por su causa ¿Abel tenía necesidad de entregar una MAS EXCELENTE ofrenda? Su obediencia al Rey se lo exijía, humanamente era imposible dar algo para el dueño de todas las cosas, pero nuestro Señor se goza en su pueblo, en sus hijos, los que obedecen a sus leyes, por esto Dios mismo dio testimonio de Abel.
Cuando el Señor vea nuestras ofrendas ¿podrá dar testimonio de nosotros? ¿Será un testigo de nuestra obra? Cada vez que le entregamos lo que le pertenece, es nuestro testimonio ante el Señor; que él nos ha bendecido. ¿Importa la cantidad? El nos conoce, más importa la calidad. Dios está cansado del egoísmo, del personalismo, de la figuración, etc. Pero tu debes dar de acuerdo a lo que él te ha bendecido y aún más allá de tus fuerzas, Dios ama al que da con alegría.

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