viernes, 30 de marzo de 2012

Ley antidiscriminación


La muerte del Joven Zamudio, quién, en algún momento de su vida fue atacado vorazmente por el enemigo y la obra maligna se inició en su vida desencadenando pasiones antinatura, ha traído el tema de la no discriminación. Una ley que hace años está en el Congreso y donde la Iglesia Evangélica ha repudiado algunos artículos que abiertamente están contra la Palabra de Dios.
Claramente establecido desde el inicio de la creación, Dios formó al hombre y a la mujer, al desobedecer la Ley de Dios, ambos fueron expulsados del paraíso santo y recibieron nuevos decretos que llevarían por el resto de sus vidas. Al hombre se le impuso el trabajo como fuente de ganarse el sustento y a la mujer el dar a luz con dolor. ¿Quién fue el gestor de la desobediencia? satanás el diablo, el mentiroso y engañador. Hoy la vida no ha sufrido grandes cambios y la desobediencia del ser humano es igual que en la creación, es decir, el pecado inserto como siempre en la sociedad humana.
Esta ley, que igual será aprobada, vendrá a traer más pecado y muerte; y lo peor el Evangelio de Jesucristo será cada vez más liviano, porque muchos seguirán al corriente del mundo. La maldad debe aumentar, no porque lo digamos nosotros, sino porque está estipulado en la Biblia, que es la misma voz de Dios.
 ¿Esto nos angustia? Claro que sí, ningún cristiano puede quedar indiferente ante la violencia maligna que satanás puso en el corazón de estos jóvenes que bestialmente se levantaron, cual Caín, para matar al joven Zamudio. Tampoco podemos quedar indiferentes cuando observamos a miles de jóvenes que declaran ser homosexuales, cuando sabemos que satanás los arrastra al abismo de fuego, a la perdición eterna. ¿Qué hacer?
Leamos en Santiago 5:13 "Si alguno está angustiado, que ore," (NBD) Esa es nuestra misión ORAR, para que el Señor escuche y tal vez tenga misericordia. "La oración eficaz del justo, puede mucho". ¿Por qué al orar nada sucede?, porque no estamos haciendo la voluntad del Padre y nuestra oración no es eficaz, no tiene poder. Oremos, es un tiempo para orar, pero con convicción, creyendo que Dios salvará a aquellos  que se están perdiendo. ¡Cuidado! porque atrás vienen tus nietos y biznietos ¿podrán caer en la homosexualidad? Ora y sólo ora para que el Dios de Abraham, Isaac y Jacob sea el mismo para tí como para tu descendencia.
Dice la Biblia que Elías, era un hombre sujeto a pasiones como nosotros, pero oró para que no lloviese y durante tres años el cielo cerró su caudal y luego oró para que lloviese y la tierra volvió a recibir agua y a dar frutos. Este ejemplo es para nosotros...OREMOS y Dios hará.

 

1 comentario:

mister hernan perez dijo...

POR QUE NUESTRA IGLESIA PARECE UNA PUERTA GIRATORIA, ASISTIMOS UN DÍA Y FALTAMOS UNA SEMANA, VAMOOS UN DOMINGO Y FALTAMOS TRES...¿QUE ESTA SUCEDIENDO???